Calidad

El tema de la calidad se constituye también en asunto de discusión actual entre los actores que vienen pronunciándose alrededor de la Educación Superior en Colombia. Parece que todos están de acuerdo en que la calidad es un atributo imprescindible que debe estar acompañando muy de cerca los procesos relacionados con la educación superior. No obstante, las diferencias y discusiones surgen cuando se trata de precisar más exactamente en qué consiste realmente eso de la calidad y, sobre todo, cuando se intenta definir el modo y circunstancias más acertadas para que dicha calidad no sea solamente objeto de retórica. Respetado Egresado, cuéntenos que piensa Ud. a este respecto. Si desea una mayor ilustración sobre este tema, por favor diríjase a la página de "Recursos" de este mismo blog.

Nota aclaratoria:
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11 comentarios:

  1. COMENTARIO DE: ISRAEL OSPINA LONDOÑO, INGENIERO CIVIL

    Puntos a tener en cuenta sobre la calidad de la Educación Superior en Colombia

    No pretendo relacionar todo lo que tiene que ver con la Calidad de la Educación Superior, sino los puntos que creo que posiblemente no se hayan incluido.

    La Universidad debe contar con que el estudiante recién ingresado tenga los conocimientos básicos, específicos y fundamentales para iniciar sus estudios, además de poseer las capacidades intelectuales necesarias para el aprendizaje en el campo al que se quiere presentar. Para conseguir esto, es necesario:

    1. Mejorar la calidad de la educación primaria y secundaria, lo que implica una reforma de toda la educación anterior a la Superior en Colombia.
    2. Establecer un período de un año de educación posterior a la secundaria que le permita al estudiante descubrir su verdadero potencial intelectual, definir con seguridad el campo de la educación que seguirá de acuerdo a sus facilidades y capacidades intelectuales, y nivelar sus conocimientos básicos, específicos y fundamentales, para ingresar a la Universidad.

    La calidad debe primar sobre la cobertura y la cantidad: para lograr una buena calidad en la Educación Superior, considero importante tener en cuenta los siguientes puntos:

    1. Limitar el número de estudiantes por grupo a un máximo de treinta.
    2. Aunque el poder que el Estado y las Universidades le han dado al estudiante ha contribuido a mejorar sus capacidades de debate, su seguridad y su confianza, también ha contribuido a desmejorar el nivel académico y le ha quitado garantías a los docentes, disminuyendo la calidad de la educación.
    3. Se debe devolver el poder y la autoridad a los profesores y darles garantías que les permitan ejercer dicha autoridad pero permitiendo a los estudiantes entrar al terreno de la controversia y el debate.
    4. El estudiante debe reconocer que su prioridad no debe ser la aprobación de las asignaturas, sino el aprendizaje y que como consecuencia de este, viene la aprobación de las asignaturas y su promoción.
    5. La buena salud y la nutrición de los estudiantes.

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  2. COMENTARIO DE: PABLO EMILIO DE LA CRUZ NASSAR, SOCIÓLOGO Y COMEDIANTE

    ¿Sabemos para qué sabemos?: Crítica a los modelos pedagógicos de la educación.

    En el momento me desempeño como profesor de la Universidad de Cundinamarca, tengo la cátedra de Investigación y Comunicación para estudiantes de primer y segundo semestre, soy testigo de cuantas falencias académicas existen hoy en día en lo muchachos que terminan el colegio y se aventuran a cursar una carrera por descarte en la Universidad más cercana, guiados por un espejismo laboral, o por la necesidad de alcanzar un poco más de prestigio social. Los colegios de hoy en día, como las universidades, están llenos de tratados pedagógicos donde se explica de manera ideal, como en “cuento de hadas”, cada concepto y como ese, se conecta con el otro. Prácticamente la educación en nuestro país se da tal como se prescriben las leyes, adoleciendo de esa conexión con la realidad, quedándose en un “deber ser” que suena muy cierto pero no se vive como tal.

    Ese es un fenómeno propio de una sociedad que aún se alimenta de los espejismos foráneos, heredados de una colonización que 200 años después de la independencia, aún no deja de ser el referente cultural de nuestras vidas. Sabemos, pero no sabemos para qué sabemos, así mismo veo yo esas grandes y elocuentes guías metodológicas de educación, como largos y tediosos tratados, que a la manera del burócrata, procuran ajustar el concepto a la realidad, como si todos fuésemos iguales, favoreciendo una experiencia pedagógica tecnicista y fría, que yo personalmente siento muy distante de mi experiencia académica y profesional. Así como Rene Descartes en su Discurso del Método, hablando de los hombres de letras que en su gabinete escriben sobre “las especulaciones que no producen efecto alguno y que no tienen otra consecuencia que, sino tal vez, que sacará de ellas tanto más vanidad cuanto más alejadas están del sentido común, puesto que habrá debido emplear más espíritu y artificio para tratar de hacerlas verosímil” [1].

    Personalmente me molesta bastante cómo la educación, tanto de las escuelas, como de las universidades en Colombia, se ha convertido en una “veneración excesiva” a las formas y a los academicismos, olvidando el contenido y la esencia de las cosas, es decir, es más importante mantener unos modos prefabricados, unas actitudes apostilladas, y manejarlas al detalle, que adentrarse en un proceso propio de creación, este es un fenómeno típico en las sociedades donde los muchachos los educan más bajo modelos ilusorios, que reales. En fin, todo esto puede desbocar en una generación tímida, con miedo a la autenticidad y a la libre expresión, temerosa de asumir un compromiso educativo para consigo mismo, de lo que le plazca y como le plazca, sin formulas ni reglas, simplemente dejar que el conocimiento y el proceso de aprendizaje se convierta en una extensión de la propia alma, y realizarlo como misión, guiado por un espíritu autónomo de aprendizaje.
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    [1] Rene Descartes. Discurso del Método. Ed Losada. Buenos Aires 1976. Pág. 37.
    http://pedelacruzn.blogspot.com/, http://losmozzarella.blogspot.com/

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  3. COMENTARIO DE: CLAUDIO ANDRÉS MERA RUIZ, ADMINISTRADOR DE EMPRESAS, MAGÍSTER EN ADMINISTRACIÓN.

    Calidad en Administración de Empresas

    La cuestión con las reformas es su mirada general, no se pueden aplicar los mismos criterios de calidad a una carrera como biología que a otra como administración de empresas, en este último caso la relación con el mercado laboral es demasiado estrecha y se presenta una fuerte tendencia a considerar lo que dice que necesita el empresario. Atención “lo que dice que necesita” no es necesariamente lo que realmente necesita, eso es como permitir que una persona se auto-diagnostique, los médicos saben que no deben hacerlo y no debemos permitir que los empresarios hagan lo mismo.

    La calidad es más que una percepción de quien aprovecha, comienza de un diseño básico que debe satisfacer ciertas necesidades y en este caso hablamos de las necesidades de la sociedad, no del empresario. El caso de la administración de todo tipo de organizaciones, no solo de empresas y por ahí deberíamos comenzar, se requiere una mirada más cercana a la sociología como centro de la educación en esta área y no tan cercana a la economía.

    La empresas y todo tipo de organizaciones están conformadas por personas, no por relaciones de propiedad o flujos de efectivo, las características como grupo social (como su cultura) y su objetivo hacia la sociedad, deberían ser más importantes que los intereses de ganancia económica que solo atañen a los propietarios, aunque bien es cierto no deben dejarse de lado.

    Otro aspecto de la calidad en términos de educación es que el cliente, lo es tanto como el paciente, es decir que en efecto tiene derecho a elegir dónde recibe el servicio, pero no sobre las características del mismo. Si bien las universidades no pueden ignorar las demandas de los estudiantes y las empresas, tampoco es correcto seguirlas al pié de la letra, en el caso de la administración esto no ha resultado hasta ahora, debe atenderse principalmente una sólida construcción conceptual, la cual no debe admitir mermas en su exigencia porque algunos o muchos de los aspirantes al título se sientan abrumados, para ellos existen otras alternativas de formación diferentes a la profesional, que el estado se ha encargado de promocionar y fortalecer durante la última década.

    La Universidad debe conservar cierto rigor, el cual permite aunque no obliga, la posterior construcción de conocimiento, la real investigación que ha demostrado ser la base para el desarrollo sostenido de un país, como ha venido sucediendo en Brasil, como sucedió en Japón o Alemania. La Universidad Nacional de Colombia debe ser el escenario donde se construya país desde todas las áreas de conocimiento, y la investigación comienza por la formación de profesionales con herramientas para juzgar y suficiente conocimiento de su campo, lo que implica educación con cierto nivel de exigencia, y no la constante observación de una tasa de graduados.

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  4. COMENTARIO DE: PABLO EMILIO PÁEZ APONTE, INGENIERO CIVIL

    Es preocupante para mí, que la señora Ministra habla de calidad y al mismo tiempo su cartera aprueba programas en algunas instituciones que no cumplen con los estándares mínimos de calidad. Por ejemplo, La UDES en Santander gradúa ingenieros civiles en 4 años. El CERES de Zipaquirá gradúa en la UNIMINUTO ingenieros civiles en 4 ½ años.

    Ninguna de estas instituciones cuenta con laboratorios básicos de química y física bien dotados (son mejores en los colegios), tampoco hay en ellas laboratorios de materiales, suelos, hidráulica, pavimentos y todo lo necesario para un mínimo aprendizaje. No existe sino una estación para dar clase a 400 estudiantes que ven topografía. Y eso sin hablar de que no hay ninguna exigencia para ser docente, pues algunos que no pasan el concurso docente del ministerio para ingresar a colegios son recibidos en estas instituciones.

    Siento que estos ingenieros así graduados van a empeorar la calidad de las obras civiles que se llevan a cabo en Colombia y a nadie le importa, así la calidad no se ve y no hay quien responda, por lo que creo que sería importante que las Universidades que gradúan estos ingenieros se comprometan a responder en un porcentaje por los daños que causen a la sociedad. Desde luego también la señora Ministra y sus pares académicos.

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  5. COMENTARIO DE: SERGIO HERNANDO RINCÓN PÉREZ, INGENIERO MECÁNICO

    ¿Calidad en educación secundaria = calidad en educación superior?

    Hay asuntos que se escapan siempre –dado que no se ven referencias de ellos en las políticas públicas- de los debates de educación superior en Colombia, con referencia específica a la educación pública, a continuación uno que considero de vital relevancia:

    - La calidad de la educación secundaria como garantía de la calidad en la educación superior.

    De manera reciente he visto cómo se ha incrementado el fenómeno de la mediocridad de la educación secundaria y si me preguntaran dónde puedo basar esta afirmación, con insistencia apuntaría mi dedo hacia los mediocres escritos de los graduados de último año de éstas instituciones, hacia los deficientes conocimientos de materias básicas tanto en las llamadas ciencias exactas como en las ciencias humanas. No lo digo yo, lo dijeron, lo dicen y lo sostienen los docentes ‘veteranos’ de nuestra universidad que han llegado incluso a sugerir cursos introductorios en materias como inglés, matemáticas y lenguaje a estudiantes recién admitidos –o sea bachilleres– para que puedan acometer con mayor éxito los desafíos de la educación universitaria.

    ¿Cuántos de nuestros bachilleres saben con certeza el nombre del cuerpo de agua que cruza el monumento del Puente de Boyacá? Muy pocos, y esto es sólo un ejemplo un tanto rebuscado. Muchas veces escucho decir que un pueblo que ignora su pasado está condenado a cometer los mismos errores en el presente, pues bien, bajo esta premisa gran favor haría al país el docente que desde tempranas edades brindara a sus estudiantes un conocimiento vasto y pródigo del pasado de ésta nuestra patria, con ello se garantizaría una generación entera de ‘conocedores’ que evitarían a toda costa volver a emprender acciones que ya en el pasado los llevaron al fracaso.

    Y si de nuevo quieren averiguar de cuáles fracasos hablo, bien vale la pena hacer un pequeño análisis en retrospectiva para hallar allí adefesios promovidos generalmente desde el gobierno central: corrupción generalizada –un popurrí de escándalos, burocracia innecesaria, delincuencia –gubernamental y ‘común’, por sólo nombrar algunos. ¿Acaso no son éstos claros ejemplos de una memoria anestesiada y una ignorancia generalizada que ha promovido durante dos siglos errores a cual más grande o vergonzoso?

    Pugno por educación pública de calidad, pero soy consciente que poco se puede esperar del bachiller que no aprendió nunca con certeza a leer, a escribir bien, ni a quien mucho menos el sistema educativo puede ofrecerle diferentes alternativas de educación (académica, técnica, artística, entre otras) de calidad y accesibles.

    Es necesaria una política pública aplicada en los tres frentes de la educación: la primaria, la secundaria y la terciaria (superior), pero que se enfoque especialmente a las dos primeras, que les brinde recursos y cobertura extendida, que sea consecuente con la Constitución del ’91 y que garantice la educación como derecho y no como privilegio y que finalmente forme en las aulas jóvenes que en sucesivas generaciones construyan sobre estas ruinas de país una nación con identidad propia y con esperanzas de prosperidad.

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  6. COMENTARIO DE: JULIO CESAR RIVERA BARRERO, ZOOTECNISTA, ESPECIALISTA EN PRODUCCIÓN DE BOVINOS PARA LECHE Y DOCENCIA UNIVERSITARIA, M.SC. EN MODELOS DE ENSEÑANZA.

    Me preocupa la calidad de la formación profesional, en el subsector pecuario especialmente. En la maestría que realicé se discutió el asunto, pero los docentes Universitarios culpamos a los de la básica secundaria por las deficiencias de los bachilleres, estos le pasaran la pelota a los de básica primaria y en últimas culpan a la familia y al estado.

    Lo cierto es que la educación superior es un gran negocio, tan evidente es esta situación que tenemos más “U”, que Alemania o Francia (Universidades de garaje por supuesto), construyen tremendos edificios así sea en terrenos inundables y pagan costosos avisos de prensa los domingos, ofreciendo doble titulación convenios con “Universidades” en el exterior, facilidades de pago, reducción de tiempo de estudio, etc. Es un lucrativo negocio, que no se preocupa por la investigación ni por la academia, ni mucho menos por la proyección social. Con tantas Universidades no se pueden formar los Docentes y toca improvisar.

    Entre las mejores universidades del mundo, no hay ni habrá en el próximo futuro ninguna institución Colombiana.

    Tampoco parece interesarle a nadie eso de la calidad profesional; por otro lado la Universidad Pública no tiene presupuesto suficiente, no se sabe cómo priorizar las líneas de investigación, cómo auditan los gastos y qué beneficios o resultados le han dado a los problemas Nacionales. Si se han logrado algunos avances en la investigación es debido más al esfuerzo individual que al institucional.

    En cuanto al nombramiento de profesores no se ve con claridad la meritocracia, de ahí la situación que vivimos.

    Tanto la aprobación de instituciones de educación superior como la llamada “acreditación por calidad” por parte del Estado dejan mucho que desear. La responsabilidad nos incumbe a todos, la culpa no es solo de los estudiantes y profesores. El estado debe asumir su responsabilidad frente a la calidad que debe tener la educación en Colombia, porque salvo contadas excepciones nuestra educación es tan mala a todo nivel, especialmente en el superior que resulta exageradamente costosa.

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  7. COMENTARIO DE: ALBA NIDIA RUIZ RODRIGUEZ, (ALBA QUATTLEBAUM), ODONTÓLOGO, BACHELOR OF ARTS (FOREIGN LANGUAGES/ INTERNATIONAL STUDIES) AUSTIN PEAY STATE UNIVERSITY -
    MASTER OF ARTS (FOREIGN LANGUAGES) AUBURN UNIVERSITY

    La educación superior en Colombia no se puede comparar con la de otros países porque cada sistema tiene un desarrollo histórico e institucional muy diferente y su integridad actual se relaciona con su propio pasado. Por tal motivo, el primer paso para la modernización de las universidades es una declaración de independencia de los modelos extranjeros. Por otro lado, las universidades norteamericanas, por ejemplo, han creado procesos y procedimientos académicos efectivos para las necesidades de la enseñanza e investigación, pero no han definido muy bien los procesos internos y sus relaciones con la sociedad existente. Mientras que las universidades latinoamericanas han creado un concepto de gobierno universitario de tipo independiente, democrático y de gran valor pero que carece de procesos y estructuras académicas adecuadas a las responsabilidades contemporáneas de una Universidad.

    No hay evidencia que revele un decrecimiento en la calidad de las universidades latinoamericanas y particularmente de la Universidad Nacional de Colombia y si hay en cambio muchas indicaciones de progreso. La tecnología de la información está transformando el mundo de los profesores y estudiantes. La calidad de la educación debe cambiar porque la educación se enfocará en un futuro próximo en producir graduados que puedan usar una gran variedad de tecnología y técnicas para saber comunicar la información aprendida. Los profesionales deberán dominar muy bien al menos dos idiomas y las instituciones prepararán a estudiantes que puedan relacionarse con un mundo real donde se puedan relacionar con personas a nivel global y multicultural.

    Tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad Nacional de Colombia y en dos universidades de Estados Unidos. Durante todo ese tiempo he llegado a la conclusión que como colombianos sobresalimos en el exterior porque tenemos unas buenas bases educativas que no valoramos cuando estamos en nuestro propio país. Como colombianos podemos crear nuestro propio modelo educativo y aprovechar todas las capacidades creativas para investigar más en nuestras propias universidades. El intercambio con otros países es muy importante cuando tiene como objetivo ayudar a planear nuestra propia estructura y sistema educativo pero no para copiar modelos que no se adaptan a nuestro medio.

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  8. COMENTARIO DE: AÍDA SOTELO CÉSPEDES, MÉDICA PSICOANALISTA

    La educación en todas sus etapas debe contar con las condiciones que exige ser la esencia del proceso constitutivo del sujeto, la transmisión de la lengua y de los deseos de la genealogía de un pueblo. Por tanto, no puede prescindir de su carácter relacional e intersubjetivo, ya que incluye las estrategias mediante las cuales el educador permite al educando apropiarse de sus actos.

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  9. COMENTARIO DE: FIDEL ALONSO ACERO FORERO, ODONTÓLOGO

    Frente al panorama de reforma educativa que se está discutiendo deseo aportar a esa discusión mi opinión.

    Como egresado de la UN, Facultad de Odontología, observo con preocupación los argumentos que se están planteando para aportar a la reforma educativa. Si bien es cierto varios planteamientos son justificables y viables (recursos del estado para la educación pública), la comunidad universitaria nos debemos preocupar es por dar la pelea ante la pésima calidad de la educación en nuestro país. Se está llegando a la U. sin las bases sólidas de una formación que proyecte al estudiante a ser un profesional de altas calidades. Si bien en otras épocas la educación era bien escuelera, hoy en día el estudiante ingresa a la educación superior sin saber cómo se hace una simple carta u oficio. Que tristeza.

    Por todo lo anterior y ante un análisis juicioso de la calidad de los nuevos egresados de la Universidad y la coyuntura que se presenta actualmente, creo necesario y urgente dar un viraje radical dentro de la universidad, a fin de volver a tomar el liderato de la MEJOR UNIVERSIDAD DEL PAÍS. Seguimos padeciendo de esa falsa vanidad de ser "los mejores profesionales del país". Si bien es cierto hay unos pocos que lo han logrado dadas sus connotadas cualidades y esfuerzos, es necesario que nosotros como comunidad universitaria exijamos a las directivas actuales para que se trabaje en formar a todos los niveles del estudiantado a verdaderos profesionales con altas calidades y con sentido de liderazgo.

    No más formación de profesionales para ser los segundones de los demás, ni más cargaladrillos de los incapaces. Formemos los verdaderos profesionales que se proyecten en todos los campos como líderes de todos los procesos de construir país. Los discursos ideológicos pasaron a la Historia, ahora nos debemos preocupar es por mostrar que verdaderamente SI SOMOS LOS MEJORES, y para lograrlo o conseguirlo, creo hay que darle un vuelco total a la forma de escoger a los maestros como a las exigencias académicas.

    Si bien es cierto los maestros de la U. deben ser los mejores por su conocimiento, también es cierto que estos que saben mucho, deben tener las cualidades de un verdadero pedagogo, que su mensaje sea claro ante su auditorio y no aquel maestro que le importa lo mismo si el alumno entendió o no entendió. El alumno que ingresa a la UN debe saber de entrada que está ingresando a la mejor Universidad y como tal debe ser el mejor profesional del país. Y en lo que respecta al maestro su lustre o su importancia no radica únicamente en ser maestro de la UN, sino en construir con su conocimiento a los verdaderos y mejores profesionales del país, a los verdaderos líderes que necesita Colombia.

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  10. COMENTARIO DE: LIBARDO SALCEDO HERNÁNDEZ, ABOGADO

    El siguiente planteamiento está dirigido a que se tengan directrices claras sobre la calidad, manejando la realidad de un país que está de espaldas a la universidad y una universidad que pretende tener una utopía fuera de su realidad.

    Habiendo salido hace ya 20 años de la universidad, en mi caso me ubicó como juez ad honórem e inicie mi vida laboral clasificando los expedientes más vergonzantes de la vida jurídica colombiana, como fueron las grandes masacres que el mejicano y las mafias habían desarrollado en las regiones de Boyacá y Cundinamarca, para codificar y pasarla a la justicia sin rostro que buscaba evitar que los jueces y abogados siguieran siendo masacrados.

    Primer choque realidad con universidad, a pesar que el medio en que estábamos en la universidad no nos era desconocido del todo, nunca tuvimos un espacio real de discusión ni en la universidad ni en la rama judicial en la que laborábamos para retroalimentar esas realidades. Cómo hacen falta esos espacios en donde se pueda analizar esa realidad, sin línea política pero con un interés por buscar soluciones reales, es por eso que después de esas leyes de perdón y olvido ni la universidad ni la rama judicial dejaron una memoria de qué había pasado.

    Por ello en los años dos mil estamos en el mismo círculo vicioso. Moraleja: el discurso universitario sigue siendo el mismo porque la universidad pierde la memoria histórica, la realidad que vimos afuera en ninguna parte quedo escrita y ya éramos ex alumnos y no teníamos un espacio real para volver a contar nuestra vivencia.

    Luego salté al mundo de la burocracia donde tu criterio jurídico muchas veces es dejado de lado por el arribismo, la lambonería, la mediocridad de los jefes de turno y donde se desconocen fácilmente las necesidades del estado frente al político que te nombra, y se hace curso para no dejarte desaparecer del mundo de la burocracia, desaparece al profesional más aun cuando se asume la defensa del estado y no la del gobierno de turno, a eso estamos expuestos los funcionarios que salimos de las universidades públicas y que no tenemos ningún tipo de respaldo político, ascender no es sinónimo de eficiencia y calidad, está ligado a otros criterios y eso no me lo enseñó la universidad, me lo enseñó la vida.

    Salí de un mundo universitario montado en una realidad gaseosa, porque los que me dictaron clases también tenían su ideal de mundo pero no era el real, con esto no estoy diciendo que se renuncie a un ideal de país bueno y de cátedra mejor pero que se den también herramientas para defenderse del mundo real.

    Desmejora de la universidad pública, frente a la cantidad de profesionales que salen del ambiente público y los que salen de la universidad privada, hace que competir en el mercado sea muy difícil además de ser muy desunidos y muy competidores entre nosotros mismos los de la universidad pública. La mayor oposición en mi vida profesional me la han hecho empleados y jefes que han salido de la universidad pública, ya que cuando conoces las capacidades del otro temes que te desbanquen, situación que el sector privado maneja de otra manera ya que conforman grupos de trabajo y ascienden todos de acuerdo al impulso que le dan a sus personajes destacados. En la universidad pública te hacen la zancadilla, que pesar pero es lo real. Terminas haciendo equipo de trabajo y teniendo mejor relación con funcionarios y jefes venidos del sector privado que los egresados del sector público es pura falta de identidad por lo público.

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  11. COMENTARIO DE: CLAUDIA LUCÍA LADINO CLAVIJO, EGRESADA UN

    Buenas tardes compañeros.

    Quizás lo que diga no pueda ser publicado en el Blog, o no se relacione tan estrechamente con la discusión, pero sí es el sentir de alguien que como yo, vive en la periferia del país. La experiencia de haber logrado terminar estudios de Posgrado en la Universidad Nacional, me permite hacer una comparación con los Posgrados y Cursos de Ascenso que se ofrecen a lo largo y ancho del país para los docentes en carrera. Según parece, aunque los sindicatos promuevan que "La educación es un derecho, no una mercancía", es justamente esto último en lo que se ha convertido la "Cualificación Docente".

    He podido observar con preocupación que, dadas las condiciones adversas, muchos estudiamos lo que nos toca, pues no hay otra alternativa. Las Universidades de Garaje que pululan en el país, aprovechan la situación y le dan cabida a cuanto docente desee estudiar, no importa si no asiste a las sesiones de trabajo, o si asiste, si se forma, lee o desarrolla un criterio claro frente a las teorías que se expongan. En pocas palabras, con que tan sólo la gente se inscriba, pague y mande los trabajos -sin importar si son plagiados o no o si muestran el desarrollo de un discurso coherente- ya se está seguro de obtener el Título.

    ¿Es con este tipo de formación que perseguimos cualificar nuestras competencias pedagógicas y curriculares, o tan sólo buscamos mejorar el salario?

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